Canadá debería recibir a los “soñadores” de Estados Unidos.
Ahora estamos asistiendo a las víctimas de las nuevas políticas de Estados Unidos al llegar a las fronteras canadienses.
Pronto podrían seguir aquellos que carecen de documentos de residencia y enfrentan un futuro sombrío y la posibilidad de deportación bajo la administración de Trump.
Este es el momento de Canadá para extender el sueño Canadiense hacia el sur, a los jóvenes adultos enredados por control fronterizo e inmigración en Estados Unidos. Una política planeada para recibir a personas jóvenes indocumentadas podría encajar perfectamente a las metas de Políticas migratorias de Canadá.
Ellos trabajan y construyen familias. Algunos fueron traídos al país por padres que soñaban con una mejor vida, cuando aun estaban en pañales. Algunos descubrieron que no eran “legales” cuando trataron de obtener una licencia de manejo.
Y aunque son en gran parte exentos de las últimas notas de inmigración, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no ha dado garantía, y les ha advertido “La ley es áspera”
A pesar de la fluidez del idioma Inglés y su experiencia laboral en Estados Unidos, a pesar de sus diplomas y grados avanzados universitarios, estas jóvenes personas se enfrentan a perspectivas de carrera desalentadoras. Se encuentran vacilantes al momento de hacer amigos por miedo de revelar su estatus como indocumentados. Ellos viven con el constante temor de ser deportados al país en el cual nacieron sus padres, países que la mayoría de ellos ya ni siquiera recuerda.
El público de Estados Unidos es simpático a su difícil situación. La mayoría de americanos está a favor de la legalización de residentes indocumentados. Múltiples intentos han sido llevados a cabo para pasar a DREAM Development, Realief and Education for Alien Minors (Desarrollo, Ayuda y Educación para menores extranjeros), Ley que abriría un camino a la ciudadanía. Pero el congreso ha fallado repetidamente al pasar la cuenta, dejando únicamente la moneda de “Soñadores” para referirse a aquellos que podrían ser ayudados. No hay ninguna oportunidad futura para una nueva Ley de Legislación DREAM.
Como recurso provisional, la administración del ex Presidente Barack Obama, introdujo DACA, el Programa Acción Diferida para los Niños Recién Llegados. Bajo DACA los jóvenes indocumentados recibían permiso de trabajo por dos años, siendo protegidos de ser deportados. El programa se abrió para aquellos que llegaron a Estados Unidos antes de cumplir 16 años, sin tener antecedentes penales, estudiar a nivel secundaria, o había sido descargado honorable de los militares de Estados Unidos.
Esta es precisamente el tipo de gente que Canadá busca para su programa de inmigración. El Consejo Consultivo económico el Primer Ministro Justin Trudeau recomendó que Canadá debiera enfocarse en su estrategia para el crecimiento de talento internacional y estudiantes internacionales. Los niños de DACA con jóvenes, con una vida de contribución económica frente a ellos. Tiene un inglés fluido, fueron a escuelas en Estados Unidos, tienen experiencia laboral Norte Americana, algunas veces en compañías que se pueden encontrar del lado de la frontera de Canadá o de lado de Estados Unidos y algunos tienen grado Universitario. Para obtener un estatus DACA, ellos tienen que ser monitoreados por amenaza de seguridad o un historial criminal, convirtiéndolos en un grupo anticipado.
Este joven grupo mantiene una increíble promesa para Canadá. Ellos son excepcionales personas. No es fácil ir al colegio o universidad cuando eres indocumentado. Pero dentro de la bandera del sistema público de la Universidad de California, cientos de soñadores son empujados a la educación superior en grados que van desde matemáticas hasta la sociología.
En 2014, Sergio García se convirtió en el primer abogado indocumentado certificado de la barra de California. El mismo año, Jirayut Latthivongskon se convirtió en el primer estudiante de medicina indocumentado, matriculado a la Universidad de California, San Francisco. Por cada una de estas dramáticas historias en contra de todos los pronósticos, hay miles y miles de otros inmigrantes ordinarios, niños que sólo quieren la seguridad de la ciudadanía, un buen empleo y un hogar estable.
Desafortunadamente, su sueño americano, nunca han aparecido más remotas.
La campaña del Presidente Donald Trump, en un explicito “Primer mensaje Americano”. Desde que tomo posición en la presidencia, el ha avanzado en los planes de la construcción de un muro en la frontera entre México y Estados Unidos y para detener temporalmente la admisión de refugiados. La Casa Blanca no ha hecho aun una declaración explícita acerca del Programa DACA, pero, en el mejor de los casos, el Programa terminará. Como lo peor, el Gobierno podría utilizar esta información recolectada de quienes aplican para comenzar las deportaciones masivas.
Canadá se encuentra visualizando la llegada de solicitantes de asilo provenientes de Estados Unidos. Si DACA terminase, sería posible una nueva oleada de recién llegados. Canadá no podría tomar a toda esta gente joven, pero el programa tiene como objetivo seleccionar de entre 10,000 a 30,000 a los mejores perfiles para la sociedad y economía de Canadá.
Ofreciendo un sueño Canadiense a DACA, los destinatarios podrían también ser positivos para relaciones internacionales.
Canadá tiene un enorme beneficio para el flujo de personas educadas y ascendidas en los Estados Unidos, que abandonaron por diversas razones. Hoy en día Estado Unidos está entre el top 10 se países fuente de residencias permanentes.
Fuente: The Globe and Mail.
