No requeridos en Canadá: ¿Cómo se realizan tratos entre la CBSA y las personas “inadmisibles”?

inadmisibles

Por Claude Adams
Global News

Se puede interpretar como un mensaje contrabandista desde Gulag.

“Miles de vidas se van desgastando dentro de las celdas de una prisión; muchos están separados de sus familias y seres queridos, simplemente por haber nacido en otro lugar”.

No es el Gulag. Es Canadá, como se describe en el informe del 2014, por un grupo llamado “Nadie es Ilegal”, activistas que son muy críticos con la política del gobierno sobre la detención de inmigrantes.

El informe también incluye una frase dicha en el 2012, por Jason Kenney, Ex Ministro Federal de Migración: “Cualquier persona puede dejar la prisión en el momento que se desee, sólo que tendrían que abandonar Canadá”.

Dos puntos de vista extremos sobre un tema controversial, ¿Como Canadá se ocupa de los inmigrantes ilegales, o “inadmisibles”?, como se les conoce regularmente. Y como suele ser el caso, la realidad es en algún lugar en el medio, como se ve en la historia semanal 16 × 9 sobre Michael Mvogo y Deepan Budlakoti, llamado “No requerido en Canadá”.

Michael, un hombre africano, a sus 50 años, no está tan acabado, y es uno de los cientos, por no decir miles, en ser detenidos en una celda. Él, sin embargo, ha estado encerrado durante 8 años y medio, en condiciones a las que él llama “horribles”, porque la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) no está convencida de que su nombre real es Michael Mvogo, y tampoco que Camerún es su país natal (donde no lo aceptan).

A mediados de Enero, otros 66 “inadmisibles” han sido detenidos durante más de un año. Un hombre ha estado bajo custodia durante 10 años.

Michael no puede “simplemente… salir de Canadá” en el momento que quiera. Hay celdas, guardias y paredes para asegurarse de que no lo haga, por lo menos hasta que las autoridades están convencidos de que él es quien dice ser, y otro país lo avale. Hasta entonces, él es un invitado del gobierno canadiense, a un costo de $239 CAD (dólares canadienses) por día.

Su asesor de inmigración y un grupo de trabajo de las Naciones Unidas dicen que sería mucho más barato, más sensible y más compasivo ponerlo en libertad hasta que la CBSA pueda confirmar su identidad y el destino al que se dirige. Pero las autoridades de inmigración no están dispuestos a hacer eso, porque existe el temor de que no vaya a aparecer cuando lo llamen de vuelta.

De cualquier manera, Michael no parece ser una gran amenaza: Su crimen original era la posesión de 10 dólares en cocaína y que llevaba un pasaporte estadounidense falso. Pero él ha estado en prisión por ocho años y medio, (eso es más de lo que algunas personas pasan tras ser condenadas por homicidio). Desde su celda en prisión, Michael dijo a 16 × 9, que Canadá se está comportando peor que un país de Tercer Mundo.

Deepan Budlakoti, por otro lado, no está “detenido” del todo. Pero él se considera detenido indefinidamente de todos modos, debido a que su pasaporte fue revocado, no puede viajar, no puede votar, y sólo puede trabajar con un permiso especial.

El crimen de Michael era uno leve. Deepan tiene problemas más grandes con la ley. Como un niño que fue capturado por los robos, y cuando creció le vendió un fusil y algunos medicamentos a un policía encubierto. Cumplió su tiempo en prisión. Pero cuando salió, la gente del Departamento de Ciudadanía e Inmigración lo clavó en tecnicismo, dicen que él nació mientras sus padres estaban trabajando para un Alto Comisionado de la India en Ottawa, y que, en virtud de la Ley de Ciudadanía, lo registraron como ciudadano hindú (India no está de acuerdo). Le quitaron su ciudadanía canadiense, y todos sus derechos como ciudadano, y que ha estado luchando desde entonces para recuperarlos.

Mientras tanto, Deepan se convirtió en algo así como un blanco de los críticos, como Amnistía Internacional, donde se dice que el gobierno está siendo demasiado vaga su política de inmigración.

Audrey Macklin, profesor y director de Derechos Humanos en la Universidad de Toronto, dice que el manejo del gobierno para el caso Budlakoti, “habla de la clase de venganza, la orientación de las personas por lo que todos los canadienses deben estar preocupados”.

El gobierno de Canadá no está de acuerdo. “La ciudadanía es un privilegio, no un derecho”, dijo un portavoz del Ministerio de Ciudadanía e Inmigración. Refiriéndose a “antecedentes penales extensos” de Deepan y dijo que las reformas recientes a la Ley de ciudadanía “fortalecen el valor de la ciudadanía al tiempo que protege el sistema contra el abuso”. Además, dijo, Deepan nunca fue «titulado» como ciudadano canadiense.

Ambos hombres están usando un derecho canadiense y las herramientas de la democracia, para apelar. Deepan tiene varios desafíos legales en lugar de restaurar sus derechos y su ciudadanía, y los abogados de Michael tienen una revisión mensual sobre su detención para presentar su caso y que sea liberado.

16 × de 9 “No requeridos en Canadá” se transmite los sábados a las 19:00.

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