Cambiar las leyes en cuestiones migratorias, cambia la narrativa de Canadá

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RATNA OMIDVAR
Miembro activo para The Globe and Mail
Publicado el Viernes 13 de Febrero del 2015, 8:37 AM EST
Última Actualización, el Viernes 13 de Febrero del 2015, 8:40 AM EST

Ratna Omidvar es la Directora Ejecutivo de Global Diversity Exchange y profesora adjunta en la Escuela de Administración de Empresas de Ted Rogers en la Universidad Ryerson.

Considere la historia de Sarmad Chowdhury, cubierta a principios de esta semana en The Globe and Mail. Un estudiante extranjero que viajó a Canadá, completó su educación en la Universidad de Toronto en Scarborough. Tiene un puesto de Asistente en Gerencia y trabaja entre 50 a 60 horas por semana. Él presentó su solicitud para la residencia permanente bajo la categoría “Canadian Experience Class” que se basa en seleccionar a candidatos que han estudiado y trabajado en Canadá. La promesa de permanecer en Canadá, descartó totalmente la decisión de estudiar en otros lugares como Australia, Gran Bretaña o Estados Unidos. Su familia en Bangladesh financió su educación con aproximadamente $120.000 dólares, presumiblemente con un gran sacrificio.

Por supuesto que él no tenía contemplado que las nuevas normas entrarían en vigor para este Enero, y en lugar de competir entre los graduados de una Universidad canadiense con ese tipo de méritos, lo colocan junto con otros solicitantes que están altamente calificados y que podrían tener más años de experiencia que él. Cómo alguien con tan poca experiencia laboral (quien apenas ha concluido sus estudios), podría obtener amplias posibilidades de obtener una oferta laboral de un empleador canadiense y así poder entrar a la selección del sistema “Express Entry”?

Vamos entonces a considerar el tipo de solicitante que tiene más probabilidades de ser elegido dentro de un grupo de solicitantes a través del nuevo programa de Express Entry. Vamos a llamar a esta persona Nigel. Nigel habla un alto nivel de inglés, es joven, sin compromisos, es un graduado de la Universidad con un título en Comunicación y Marketing, y tiene cerca de tres años de experiencia laboral en una empresa global. Nigel es bastante feliz en su trabajo actual y en el país, donde se disfruta de un buen nivel de vida, incluida la atención de la salud pública. Pero al igual que muchos jóvenes, está inquieto y aventurado, por lo cual ha decidido probar suerte en Canadá.

El empresario canadiense que cuenta con una plaza disponible y tiene el permiso del gobierno federal, podrá subir los datos a la base de datos y seleccionar un candidato dentro de la piscina de Express Entry, aunque anteriormente deberá comprobar que no hubo nadie en Canadá para perfilarse al puesto. El empleador escoge a un candidato dentro de muchos respetando los criterios de selección como son: educación, competencias, experiencia, etc. Y bajo estos rubros, el empleador se decide por Nigel por que parece ajustarse a las necesidades bajo las nuevas leyes, donde uno de los requisitos más importantes, es el manejo del idioma.

Canadá se baso en  el mismo modelo que maneja Australia para la búsqueda de sus inmigrantes, sobretodo angloparlantes. Los investigadores de Melbourne y Waterloo en Ontario, concluyeron que una de las razones por la cual “Express Entry” en Canadá, será mejor que el de Australia, es por favorecer el lenguaje competente.  Otra investigación de Phil Oreopoulos y Diane Dechief de la Universidad de Toronto, en un estudio titulado “¿Por qué algunos empleadores prefieren entrevistar a Matthew pero no Samir?”, encontraron que los empleadores de habla inglés Montreal, Toronto y Vancouver, son el 40% más propensos a elegir una persona con un nombre que suena más inglés a alguien con un nombre más étnico, aunque ambos tengas habilidades similares.

Ahora regresemos con Nigel. Sabemos por evidencia que alguien como Nigel, sabrá como comenzar, ejecutar y contribuir con mayor rapidez a la economía, independencia y necesidades del empleador en Canadá, pero después de 6 años, Nigel está decidiendo si quedarse es realmente lo que él quiere. Después de todo, en países como E.U.A, Nueva Zelanda, Australia y Reino Unido, el tiene acceso a una canasta relativamente similar en lo que a bienes públicos se refiere como: buenas escuelas para sus hijos, paz “relativa”, seguridad, ley y orden público, servicios médicos. Tal vez se vaya o tal vez no, si se quede, bien por nosotros.

Ahora volvamos a nuestro joven candidato de Bangladesh y supongamos que se le permite permanecer en Canadá debido a su educación canadiense. Él tiene más dificultades para encontrar el primer empleo y lucha por ser aceptado. Pero con el tiempo, y sobre todo porque tiene un grado en Canadá, encuentra un trabajo y comienza a instalarse. Cuando él se convierte en un ciudadano canadiense, aproximadamente en cinco años, ya no querrá volver a su país natal. El nivel de vida en Canadá es por mucho, superior. Se compromete con este país en su totalidad. Se casa y tiene hijos, y si hemos de seguir las tendencias del pasado, sus hijos van a convertirse en estudiantes exitosos y entrar en el mundo profesional.

La pregunta es: ¿quién sirve mejor a nuestras necesidades, Nigel o Sarmad?

Con el primero, tenemos éxito inmediato y la menor cantidad de dolor y con el segundo, tenemos apego a largo plazo. La narrativa de éxito y el excepcionalísimo de Canadá en la inmigración siempre ha sido la narrativa de éxito en el tiempo. Mientras que los inmigrantes luchan a corto plazo, desde que llegaron de Europa del Este en el año 1900 para instalarse el Oeste de Canadá, o como recientemente lo han hecho países como India, China y Filipinas para trabajar en una variedad de puestos a largo plazo.

Se convierten en ciudadanos, compran casas, sus hijos tienen éxito y con el tiempo muchos de estos niños van a encontrar socios de otras etnias y razas para crear toda una nueva cultura en Canadá. En gran medida, las penínsulas que sufrieron a principios de los años, hacen que su éxito final como canadienses sea mucho mejor y fructífero. Reconocen en muchos aspectos diferentes que es Canadá y quien los  ha llevado a triunfar. Y así una nueva clase media nace en uno de muchos, como Doug Saunders los llamó, “Ciudades en formación” de Canadá.

Al cambiar criterios para entrar a Canadá, estamos probablemente también cambiando nuestra narrativa. Los inmigrantes de mañana serán la clase media más prospera. Probablemente también contaremos con personas menos multiculturales y no podrán permanecer en el país.

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